Susana Soca

Susana Soca
Foto de Susana , junto al retrato que le hizo Picasso - Paris 1943. .

Carlos Sabat Ercasty

Carlos Sabat Ercasty

En el vuelo absoluto / Carlos Sabat Ercasty



En el vuelo absoluto:

Más allá de la luz y los diáfanos ojos,
más allá del paisaje efímero y cambiante,
más allá de las noches curvadas de tinieblas
y de las ruedas lúcidas y ciegas de los astros,

más allá de mí mismo, de mi abismada carne,
de mis hondas memorias, de mis vastos afanes,
del silencio recóndito y la tensa palabra.
de todo pensamiento enraizado en la frente,

más allá está el misterio sublime y sobrehumano,
la ultranoche que roza la luz del infinito,
la desnudez del alma en su inmortal esencia.

Y hay un amor profundo en soledad divina,
la armonía insondable, la identidad suprema,
y el inefable vuelo del alma por los éxtasis!



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Carlos Sabat Ercasty - 5 de noviembre de 1976
Sonetos de las agonías y los éxtasis
Academia Nacional de Letras
Montevideo 1977

Noche y Cruz / Susana Soca



Noche y Cruz:

Por el camino de una noche mía
anuladora exacta,
entro sin gestos, sin golpear en vano,
en la noche de todos.

Como ninguna pródiga en modos de morir,
cuando en secreto el aloe da renovados zumos
para llegar a innumerables bocas,
cuando el nocturno pecho dentro de mí jadea,
la cruz de la noche entra en la cruz de mis manos
sobrellevada a tientas y de pie.
Es la noche sin tregua, la que busca cien muertos
para aprender hasta qué extremo un solo
agonizante puede respirar.

Cuando persigue el hombre sin cesar al hombre
la misma trampa sirve para el uno y el otro
la misma ausente mano
hace cortar el cuello del lobo y de la tórtola.
Y la rutina ordena
con más rigor que la pasión difunta.
Cuando persigue el hombre en cada sitio al hombre,
a los unos da muertes que no serían la suya,
al uno quita el alma, al otro sepultura.
Una metralla ciega hasta en los muertos cava
y la mano de un niño cuelga de frescos olmos.

En súbito tumulto
se incendia la noche desde adentro.
Se reduce el antiguo lugar para la sombra,
como muros y troncos se parten las tinieblas.
Desaparecen ellas, las casas y los bosques.

Una noche con ojos abiertos para siempre,
ha de seguir en busca de los perdidos párpados.
Ahora es el tumulto
y la cruz de la noche silenciosa,
en la cruz de las manos.

De: Noche cerrada